Estructuras de la personalidad

03.03.2024

En sesión, es esencial saber identificar los aspectos básicos de las vivencias emocionales y el estilo de socialización de nuestros pacientes, garantizando así una escucha sincera y un verdadero entendimiento de sus experiencias.

Siguiendo esta línea, la visión del psicoanálisis sobre las estructuras de la personalidad supone una de sus aportaciones más valiosas al estudio del ser humano.

En ella se establece una separación inicial entre la neurosis, la psicosis y la perversión, algo que nos sirve especialmente para entender la subjetividad del individuo y la forma en la que se relaciona con el universo y la gente de su alrededor.

Esto nos ayuda a explorar el significado de la sintomatología y valorar su función adaptativa, evitando el sobrediagnóstico de supuestas "enfermedades mentales".

En este sentido, saliendo del enfoque biomédico y de la visión sesgada sobre el psicoanálisis que existe en algunos sectores de la psicología, en la neurosis nos encontramos con una estructuración satisfactoria y saludable de la personalidad. Esta última está bien integrada en los estándares, las normas sociales y el acuerdo generalizado acerca de lo que es la realidad, acercándose así a aquello que entendemos como salud mental.

El sufrimiento emocional que aparece en ella simplemente es una señal de que algo en nuestro interior necesita ser atendido, y está asociado a una falta de ajuste entre las exigencias del ambiente y la forma en la que sistemáticamente nos relacionamos con las situaciones a las que nos enfrentamos y nos sobrepasan en nuestras vidas.

¿Buscamos entenderlas en un sentido intelectual y alejarnos de su impacto emocional? ¿Suponen una amenaza a la imagen de invulnerabilidad que nos gustaría que se viese de nosotros/as? ¿Solemos sentirnos indefensos/as y evitamos asumir la responsabilidad en ellas?

Según lo anterior, y basándonos en algunos aspectos como el funcionamiento social, el grado de emocionalidad y los significados inconscientes y fantasmas estructurales del individuo, existen una serie de diferencias básicas entre la neurosis obsesiva, la histeria y la fobia.

Esta separación nos servirá de guía al sumergirnos en las experiencias de nuestros pacientes, entendiendo y anticipándonos a sus inercias neuróticas y el beneficio secundario de su sintomatología, y ayudándonos a establecer un vínculo saludable y empático que sea beneficioso en el espacio de la psicoterapia.

¿Seguimos adentrándonos en ellas?

Estructuras de la personalidad